Somos lo que exploramos, lo que experimentamos y vivimos. Pero también lo que contamos.
Somos lo que exploramos, lo que experimentamos y vivimos. Pero también lo que contamos.

EN LA CIUDAD

Ahora que unos hablan de viajes a ciudades donde la vida adquiere matices excepcionales, donde el encuentro entre desconocidos obra milagos inesperados… otros hablan de sus paseos rutinarios camino al trabajo o de vuelta al refugio del hogar o de una habitación temporal…. de lo que nos depara la noche a lo largo de improvisados botellones o bares que saben lo que buscamos para no sentir que estamos solos… o simplemente ese pequeño café donde amanecer al cobijo de un café caliente en una mañana de frio sol de onvierno… todo esto me despierta un amor enfermizo por el asfalto de las ciudades y sus paisajes urbanos que al final terminan convirtiéndose en un miembro más de nuestra familia…. un cómplice que nos acoge sin condiciones ni contratos, para bien o para mal, pero que de nosotros depende que sepamos encajar en este puzle milagroso de supervivientes llevados a los límites más insospechados del ritmo humano.. felices o infelices o en busca de cierta felicidad…. pero al fin supervivientes.

Sin duda el momento más especial que uno puede vivir en la ciudad es ese en que uno puede pararse de todo ese ritmo, de la locura frenética a la que somos empujados conscientemente y se convierte en un espectador de todo lo que ocurre a su alrededor, de cómo van cambiando los espacios físicos de la ciudad, el significado de las transformaciones que mejoran la habitabilidad en la urbe, o las injustificables barbaridades sometidas al capricho de la especulación y la política. También de las historias personales de cada uno de los peatones que se cruza, de sus miradas nerviosas, angustiadas, estresadas, relajadas o enamoradas… del sufrimiento y las injusticias sociales… desgraciadamente el cuarto mundo existe y las desigualdades es un germen que las ciudades deben reparar. Es curioso… lo mucho que nos perdemos en el día a día por culpa del ritmo al que nos sometemos, yo concretamente, he aprendido mucho más de mi trabajo en los últimos meses en que he estado de baja que en los años anteriores en que me pasaba el día solucionando los problemas de vivienda (y por consiguiente personales o de supervivencia) que tienen las personas. Quizás no nos damos cuenta de que para saber qué es lo que pasa a tu alrededor es necesario pararse y mirar tranquilamente…. Los protocolos de acctuación no son compatibles con la miarada.

En la ciudad la busqueda siempre tiene un significado…. el anonimato solamente roto por el entorno más cercano nos dice que por muy rodeados de gente que estemos, siempre hay algo que nos lleva a seguir buscando, como un instinto de supervivencia… amor, lealtad, felicidad… qué se yo…. pero salir a la calle cada mañana… cada tarde o cada noche…. es un puto milagro que me hace sentirme muy vivo, muy especial… un sentimiento privilegiado que no quiero perder y seguir apurándolo diariamente y me permita aprender cada vez más de las personas que la habitan.
Os dejo un video con imágenes de una de mis pelis favoritas, desde que la vi me enamoré de Scarlett Johansson, y mis deseos de ir a Japón se reafirmaron aún más.
La música es un peazo tema de los que ponen los pelos de punta de Radio Head «TRUE LOVE WAITS» Canción y peli dicen mucho de lo que implica vivir en una ciudad…
«LOST IN TRANSLATION»…….. «FOUND IN TRANSLATION»
rectificando… como el video caducó hago una peuqeña variación.

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