De vuelta de Madrid, y en esas horas en que uno se resiste todavía a cerrar el fin de semana. Todavía resuenan en mi cabeza las risas y los sentimientos que durante todo este fin de semana han aflorado y se han hecho dueños de un momento esperado por Maider, Carmen, Aitor, Jon y yo. Y por supuesto con la gran compañía anfitriona y cómplice de Gorka.
Para mi ha sido especial porque creo que le debíamos a Maider un encuentro como este. Por ser como es y por hacernos ser mejores de lo que somos. Por tener la oportunidad de conocer a Carmen, amiga del alma de Maider y un reflejo de grandeza de la que ambas se retroalimentan y expanden hacia los demás. Hacía tiempo que no veía dos miradas tan cómplices que irradian tanta plenitud y luz.
Esta relación me ha recordado a la que tengo con personas como Macu, y creo que no es casualidad que justo me haya llamado nada más llegar a casa.
Además del plan que teníamos, me fui a Madrid con la esperanza de encontrar serenidad y distancia para aclarar algunas ideas en estos días difíciles por causas que ahora no voy a entrar y que tienen que ver con mi militancia política. El encuentro de este fin de semana y la llamada de Macu me han reafirmado en mi manera de ser y han sido determinantes.
Me han recordado que el compromiso con los nuestros y con lo que nos rodea no es nada sin la intensidad, sin la fuerza, sin la determinación clara, concisa y necesaria que nos lleva a hacer las cosas con nuestros principios encima de la mesa y al descubierto. Sin miedo y con una radicalidad absoluta y meridiana que huye de las medias tintas que no llevan a ninguna parte salvo a enterrar aquello que no se quiere afrontar con un mínimo de dignidad y por qué no, con cierta locura pasajera. Es lo que nos hace libres, para elegir como ser y como actuar.
Yo me niego a ser cómplice de las medias tintas, me niego a pasar por encima de las cosas sin afrontarlas; yo abrazo la pasión y estoy decidido a perder mi tiempo por aquellas personas que piensan igual que yo. No hemos llegado hasta aquí para nada. Cada una con su recorrido y su mochila, pero siempre sin miedo y con la verdad más radical. Este fin de semana ha sido así de intenso, además de feliz y cálido.
Gracias Maider, Carmen, Jon, Aitor, Gorka, Macu, Javi(7mm), y muchas más personas que me han enseñado a abrazar la pasión con radicalidad y verdad.
Una idea sobre “Palabras y sensaciones que se quedan”
he llegado a tener el alma tranquila, gracias a tener cerca, gente como tu. Te quiero