Somos lo que exploramos, lo que experimentamos y vivimos. Pero también lo que contamos.
Somos lo que exploramos, lo que experimentamos y vivimos. Pero también lo que contamos.

ALIMENTAR EL MONSTRUO

No es la primera vez que hablo de Dexter en este blog. Estas navidades hemos empezado a ver la tercera temporada y como siempre mi adicción a este personaje me lleva a estados de reflexión realmente divertidos….
No voy a ponerme a destripar la temporada para aquellos que no la hallan visto… pero si quería destacar algunos detalles que me han parecido relevantes y que siempre se le pueden sacar lecturas paralelas sin ningún sentido trascendental.
LLevar un monstruo dentro no es un plato de buen gusto… y mucho menos si no puedes compartir con nadie semejante carga. Es comprensible por tanto, que a la más mínima oportunidad, si puedes ver un pequeño resquicio en la oscuridad, un amigo o persona que por las razones que sean consigue ver y descifrar tu lado más oscuro, te eches sin complejos a la calidez de un corazón que te acoge sin juzgarte ni condenarte. Esta necesidad de supervivencia es una constante en el personaje de Dexter, solo que ahora la aborda desde una perspectiva natural, dentro de esa vida que va normalizando, incluso en sus sentimientos, con su novia, sus amistades, su hermana, y su próxima e inesperada patenidad.. jejeje… y la entrada en su vida de un personaje que le hará cambiar incluso ciertos comportamientos adquiridos del código que le inculcó su padre.
Cuando crees que tienes al monstruo controlado, cuando crees que nada puede salirse de su lugar, que sientes que la angustia ha sido vencida por la seguridad de que lo controlas absolutamente todo… que sientes el respaldo de un cómplice que te ayuda a sobrellevar tu carga, entonces no eres consciente de que aquello que un día creció en ti… o creaste por alguna razón… empieza a andar por su cuenta y ya es imparable o por lo menos es terriblemente complicado de volver a controlar… por no hablar de las comnsecuencias que se generan de ese desbocamiento…

Salvando mucho las distancias uno puede llegar a plantear iniciativas que aporten innovación y creatividad en su campo profesional, iniciativas que suponen una revolución para el entorno y que marcan una diferencia importante en la forma de gestionar un proyecto que depende mucho de la comunicación. Lo divertido entre comillas llega cuando al ver que dichas iniciativas tienen éxito, te empiezan a pedir más… incluso propuestas que ni te esperas y mucho menos sabes como las vas a sacar adelante. El monstruo se hace autónomo, ya no lo controlas e incluso se puede volver en tu contra. Y es que mi jefe, que la visión le sale por los poros, se engorila con una facilidad que no veas… (en positivo se entiende…)
La lectura importante… no hay miedo… el pulso contra el monstruo es duro, pero divertido… incluso apasionante… uno ha aprendido a ludar currando… aunque a veces haya que sacar la katana…
Solo me queda una duda… quien es el monstruo??? Dexter? o su nuevo amigo??

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

I accept that my given data and my IP address is sent to a server in the USA only for the purpose of spam prevention through the Akismet program.More information on Akismet and GDPR.

3 ideas sobre “ALIMENTAR EL MONSTRUO”